Yo, simplemente no llego a ver ni siquiera la botella.
No soy ni optimista, ni pesimista. Quizas, no creo en esa botella.
Y solté yo que nada de lo que ocurre es bueno ni es malo, que nadie es pesimista ni optimista, sólo depende de la percepcion que tengas del destino.
En el amor como en la guerra, pierde el que quiere más.
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